India exige el seguimiento de teléfonos inteligentes, lo que genera preocupaciones sobre la privacidad

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El gobierno indio está ampliando sus esfuerzos para combatir el robo y el fraude de teléfonos inteligentes exigiendo la verificación y el registro de todos los dispositivos móviles en circulación, tanto nuevos como usados. Esta iniciativa, centrada en la aplicación Sanchar Saathi, plantea importantes cuestiones de privacidad a medida que avanza hacia una base de datos nacional de teléfonos inteligentes.

Ampliación de las capacidades de vigilancia

Lanzado originalmente en 2023 para ayudar a rastrear dispositivos robados, el portal Sanchar Saathi ya ha bloqueado más de 4,2 millones de teléfonos. El gobierno ahora exige la preinstalación de la aplicación Sanchar Saathi en todos los teléfonos inteligentes nuevos, impulsando actualizaciones a los dispositivos existentes y exigiendo a los mercados secundarios que verifiquen los dispositivos a través de una base de datos central IMEI.

La escala del programa es notable: la aplicación se ha descargado casi 15 millones de veces y tiene más de 3 millones de usuarios activos mensuales. El tráfico web ha aumentado un 49% año tras año, según datos de Sensor Tower.

Reacción y respuesta del gobierno

La medida ha provocado críticas de los defensores de la privacidad, quienes argumentan que amplía la vigilancia estatal sin suficientes salvaguardias. El gobierno defiende la iniciativa como una respuesta necesaria al creciente cibercrimen, incluida la clonación de dispositivos, el fraude en el mercado de segunda mano y el robo de identidad.

El Ministro de Telecomunicaciones, Jyotiraditya M. Scindia, insiste en que la aplicación es “voluntaria”, aunque la directiva instruye a los fabricantes a garantizar su visibilidad y accesibilidad desde el primer uso. Los críticos cuestionan cuán opcional es realmente la aplicación en la práctica. Apple, en particular, no participó en el grupo de trabajo del gobierno sobre la iniciativa.

Piloto de API y seguimiento a nivel nacional

El Ministerio de Telecomunicaciones también está poniendo a prueba una API que permitiría a las plataformas de recomercio cargar las identidades de los clientes y los detalles de los dispositivos directamente al gobierno. Esta medida crearía un registro completo de los teléfonos inteligentes en circulación, aunque gran parte del mercado informal de dispositivos usados ​​permanece fuera del alcance de las medidas actuales.

El mercado de teléfonos inteligentes de segunda mano de la India se está expandiendo rápidamente y se convertirá en el tercero más grande del mundo en 2024. Sin embargo, el 85% de este sector opera de manera informal, lo que significa que muchas transacciones ocurren fuera de los canales formales.

Implicaciones e inquietudes sobre la privacidad

Los grupos de derechos digitales expresan preocupación por la falta de transparencia con respecto al almacenamiento de datos, los controles de acceso y las salvaguardias. La magnitud de la base de teléfonos inteligentes de la India –estimada en 700 millones de dispositivos– significa que incluso los cambios administrativos podrían tener consecuencias significativas.

“Básicamente, estamos analizando el potencial de que cada dispositivo esté ‘basado en datos’ de alguna forma”, dice Prateek Waghre del Tech Global Institute. “Y luego, en una fecha posterior, se le podrá dar uso a su base de datos, no lo sabemos”.

Meghna Bal, del Centro Esya, sostiene que exigir una aplicación controlada por el gobierno corre el riesgo de sofocar la innovación, particularmente de las empresas del sector privado. Destaca la necesidad de auditorías independientes, una gobernanza de datos sólida y medidas transparentes de rendición de cuentas.

El Ministerio de Telecomunicaciones de la India aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios. Los expertos señalan que el alcance total de la recopilación, el intercambio y el alcance del sistema de datos puede quedar oculto en términos y condiciones que la mayoría de los usuarios no leen.

El enfoque del gobierno es desproporcionado y de mano dura, y puede sacrificar la privacidad del usuario en aras de la seguridad. Las consecuencias a largo plazo de este sistema siguen siendo inciertas, pero el potencial de uso indebido es real.

La expansión de Sanchar Saathi es una señal clara de que India está dando prioridad al seguimiento centralizado de teléfonos inteligentes, incluso a costa de la privacidad. Todas las implicaciones de esta medida se revelarán a medida que el sistema se expanda y la gobernanza de datos siga sin estar clara.