Los inversores están cada vez más ansiosos por las valoraciones de las acciones de inteligencia artificial (IA), lo que refleja el nerviosismo del mercado observado durante la guerra comercial del presidente Trump en abril de 2024. Este cambio de sentimiento se produce después de una semana turbulenta para los mercados globales, agravada por las preocupaciones sobre los cierres de gobiernos y la política de tasas de interés de la Reserva Federal.
La reciente volatilidad del mercado
El S&P 500 vivió una semana volátil, cerrando con un alza del 1,7 por ciento el viernes, pero todavía con una caída de más del 1 por ciento desde la apertura del lunes. Esta es la peor semana del índice desde abril, cuando los aranceles de Trump sacudieron inicialmente a los mercados. El reciente retroceso sigue a un repunte dramático desde abril, donde el S&P 500 subió casi un 40 por ciento desde su mínimo, impulsado por un aumento del 70 por ciento en el sector tecnológico.
Las acciones de IA lideraron el aumento
Las empresas muy involucradas en la IA experimentaron un crecimiento explosivo: Intel, Broadcom, Palantir, Nvidia y Advanced Micro Devices duplicaron con creces su valor de mercado desde abril. Esta rápida apreciación plantea dudas sobre si estas valoraciones son sostenibles. La magnitud del repunte sugiere que estas acciones pueden estar sobrecompradas, lo que las deja vulnerables a la corrección.
Reducción del riesgo de fin de año
Al acercarse el final del año, es probable que los inversores institucionales reduzcan su exposición al riesgo para asegurar las ganancias acumuladas desde enero. Esta tendencia estacional podría exacerbar la presión a la baja sobre las acciones de IA.
La actual incertidumbre del mercado refleja una creciente comprensión de que el repunte de la IA puede haber superado los fundamentos subyacentes. Los inversores ahora están reevaluando si estas valoraciones pueden justificarse dadas las dificultades económicas y políticas más amplias.
El mercado se encuentra ahora en un momento crítico. Las próximas semanas revelarán si el repunte impulsado por la IA fue una tendencia sostenible o una burbuja temporal.
